En las localidades de Guadalupe Norte y Lanteri ubicadas en el departamento General Obligado de la provincia de Santa Fe, se habilitaron dos nuevas salas de extracción de miel que cumplen con todas las exigencias reglamentarias en tema de higiene y seguridad, con el fin de obtener un alimento inocuo, en este caso miel que es exportada casi en su totalidad a países que cada vez exigen más calidad.
Ambas salas pertenecen a jóvenes apicultores, jóvenes en edad pero no así en la actividad, ya que en el caso del productor Diego Sandrigo de la localidad de Guadalupe Norte éste, pertenece a la tercera generación de una familia de apicultores y el productor Marcelo Cisera de la localidad de Lanteri, también hace mucho tiempo que viene desarrollando ésta actividad que año tras año suma nuevos productores a la región.
Para poder edificar y cumplir con las exigencias establecidas en las resoluciones, cada apicultor debió invertir casi $400 mil pesos en la edificación y maquinaria. Para alcanzar ésta cifra, aportaron fondos propios provenientes de la venta de miel, solicitaron préstamos personales y productivos en los bancos y pudieron finalizar la obra y así poder habilitarla mediante la obtención de un crédito otorgado por la Agencia para el Desarrollo Regional de Reconquista.
Ambos productores concuerdan que, el apicultor que vive de ésta actividad debe intentar desarrollar toda o parte de la cadena productiva de miel no solo para disminuir costos de traslado y material de reserva, sino para poder mantener el trabajo del personal temporario realizando otras tareas el resto del año como ser, fabricando su propio material de madera, realizando selección y cría de reinas adaptadas a la zona y produciendo de núcleos para la venta.
Las salas ya estaba habilitadas no solo para extraer su propia producción y realizar servicio a tercero, asegurando a los demás apicultores que la miel está siendo cosechada en un establecimiento que, a fin de asegurar la inocuidad y trazabilidad de la miel, ha desarrollado e implementado el Manual de Buenas Prácticas de Manufactura (BPM), Manejo Integrado de Plagas (MIP) y los Procedimientos Operativos Estandarizados de Saneamiento (POES).
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